El Consorcio de Santiago promovió las obras de renovación de las carpinterías y limpieza de la fachada sur del Pazo de Raxoi, sede del Ayuntamiento compostelano. Los trabajos, realizados por la empresa Construcciones Abal, S.A., tenían un presupuesto de algo más de 120.000 euros. El objetivo de esta intervención era mejorar la eficiencia energética del edificio y sellar las juntas de la fachada para garantizar la total estanqueidad de la misma, así como conseguir el confort térmico en las estancias municipales.

Tal como explica el arquitecto de la Oficina Técnica del Consorcio responsable de esta obra, Xosé Allegue, además de la mejora de las carpinterías, de la restauración de las rejas históricas y de la limpieza de la fachada, se renovaron los rejuntados que estaban deteriorados. Asimismo, se consolidaron aquellos elementos que presentaban riesgo de desprendimiento a la calle, al tiempo que se completaron las faltas de material en los huecos de la piedra. De este modo se evita, además del crecimiento de la flora en la piedra de la fachada, la entrada de agua al interior del inmueble.

Eliminación de plantas, algas, mohos e líquenes

En las zonas invadidas por la vegetación se aplicó un herbicida de bajo impacto para el medio natural. Por otro lado, antes de realizar la limpieza de la superficie, se aplicó una disolución de biocida en las zonas afectadas por algas, mohos y líquenes. El siguiente paso fue limpiar toda la superficie de la fachada con un cepillo de esparto y agua sin presión para no dañar las juntas ni la superficie de la piedra.

Con la fachada limpia, se sanearon en profundidad las juntas abiertas plagadas por plantas y raíces, así como las grietas y fisuras para eliminar todo el material de aporte tanto del viento como de las aves y demás colonizadores.

En las juntas se aplicó un hidrofugante impermeable al agua en estado líquido pero permeable al vapor de agua, de modo que favorece la eliminación de la humedad interior de la fábrica. Así, se logra una menor o nula acumulación del agua de lluvia, al tiempo que se retrasa la colonización por parte de mohos, algas y líquenes en las juntas más expuestas. 

Renovación de las carpinterías de las ventanas y restauración de las rejas históricas

En relación a las carpinterías, se renovaron todas las hojas interiores y exteriores de las ventanas de la fachada sur del Pazo de Raxoi. Las exteriores se sustituyeron por otras idénticas a las existentes. La falta de material en los marcos de piedra se completó con mortero de restauración o, en su caso, con injertos puntuales, de cara a conseguir el buen encuentro entre el marco de piedra y la ventana. En el caso de las hojas interiores, se incorporó un marco perimetral doble con juntas de estanqueidad y canales de evacuación, junto con un vidrio también doble. 

Las rejas históricas se desmontaron para restaurarlas en el taller, recuperando los dorados de los ornamentos vegetales. También se recuperaron parte de los ornamentos que habían desaparecido por la acción del clima.

El problema de las palomas

Las palomas se refugian cada día en las cornisas protegidas de la fachada del Pazo de Raxoi. Son, además, las aves que aportan la mayor cantidad de materia orgánica, semillas de plantas, suciedad… a la fachada del edificio. En relación a este problema, tal como indica el arquitecto Xosé Allegue, “no parece que exista una solución definitiva más allá de un programa estable de mantenimiento y limpieza superficial programada de los restos orgánicos y plántulas que puedan comenzar a enraizar en la fábrica de la fachada”. Por este motivo se optó por colocar las líneas de vida y anclajes necesarios que permitan la realización de estas labores sin necesidad de instalar andamios. “Estos elementos de seguridad no son visibles desde la calle y no dañan la fábrica” -asegura el arquitecto-.