El Consorcio de Santiago acomete desde diciembre un estudio sobre las importantes humedades que sufre la capilla del Cristo de la iglesia de Santa María de Conxo. Un equipo de la arquitecta y profesora de la ETSA de Madrid Soledad García Morales, que integra a los arquitectos gallegos Raquel Otero y Hugo Allegue, hará distintas mediciones durante un año aproximadamente en aras de llegar a un diagnóstico certero.
El enlosado de la capilla de Conxo, que tiene unos 300 m2 y un 90% de humedad relativa a ras de suelo, presenta manchas oscuras que aparecen con el frío y la humedad del invierno y se aclaran “un poco” con la llegada de la primavera y el verano. La especialista García Morales indica que es una lesión muy habitual en los enlosados de granito de Galicia, por lo que espera obtener resultados que se puedan extender a otros monumentos o edificios gallegos. “La filosofía de nuestra investigación -agrega- es hacer análisis basados en datos empíricos para que podamos establecer con rigor qué está pasando y por qué. No podemos dar palos de ciego”.
Algunos de los estudios iniciados consisten en la auscultación hidrotérmica de suelos y paredes para “cartografiar” el edificio, marcando dónde se hallan los focos de humedad con distintos valores o intensidades. Estas primeras mediciones de temperatura y humedad indican que los puntos principales están situados en el crucero de la capilla, pero les sorprende que la humedad más elevada esté en la parte sur, a la derecha, y no en la zona de enfrente que está hacia el norte.
“Es pronto para interpretar qué está pasando, ya que estamos aun con las primeras tomas de valores, pero sospechamos que las manchas de las piedras son por contaminación de sales, algo que las hace muy higroscópicas, es decir, que absorben y retienen agua y, por lo tanto, les cuesta mucho evaporar. De hecho ya vemos que el edificio evapora poco, pero esto es normal en invierno, así que hace falta esperar a ver cómo evoluciona hacia el verano. También tenemos que estudiar la ventilación” -explica la arquitecta-.
Si fuera algo superficial, las piedras se limpiarían con facilidad, pero si están enfermas o contaminadas “hoy por hoy no hay buena solución”, tal como concluye el equipo, que usa cuatro aparatos y hará “mediciones exhaustivas” en los puntos críticos. En todo caso, aun es pronto para extraer resultados concluyentes. El equipo que trabaja en Conxo forma parte del Grupo de Análisis e Intervención en el Patrimonio Arquitectónico de la Universidad Politécnica de Madrid.