La Oficina Técnica del Consorcio de Santiago acaba de finalizar la intervención en la iglesia de San Miguel dos Agros, situada en la plaza de San Miguel. Las obras se centraron en la reparación de la cubierta y en la sustitución de los enfoscados de las fachadas laterales. El presupuesto global de los trabajos ascendió a los 67.215,50 euros.
Tal como explica el arquitecto de la Oficina Técnica del Consorcio responsable del proyecto, Ramón Fernández Hermida, “de modo generalizado, la cubierta del templo presentaba un mal estado de conservación, con falta de muchas tejas y con otras muchas rotas, junto con la existencia de musgo y plantas. Así, se procedió a la retirada de toda la teja, que se sustituyó por otra nueva”.
Aunque el estado de los muros de las fachadas laterales de este inmueble del siglo XVIII era bueno, la capa de mortero presentaba fisuras y desprendimientos. De este modo, tuvieron que picarse todos los enfoscados de estas fachadas, realizando un nuevo enlucido con mortero de cal en tres capas y, finalmente, se procedió a la aplicación de una pintura de silicato.
Además, en los muros del templo había mucha humedad, producida por una mala evacuación de las aguas pluviales, con canalones atascados e incluso algunos inexistentes. Como solución, se limpiaron los canalones, se colocaron algunos nuevos y otros se reemplazaron por unos de mayor tamaño.
Por otro lado, también había zonas con humedad en el bajo cubierta y en el interior del templo. “Estas humedades generaban desprendimientos en la pintura y provocaban la aparición de hongos. El origen de estas patologías estaba en las filtraciones del agua de la lluvia, que entraba por los encuentros de la cubierta con las fachadas. Estos problemas se resolvieron mediante la colocación de una lámina de plomo y baberos de zinc-cobre” -explica el arquitecto-.